Semana 9 de gestación
De verdad que me emociono al ver el progreso de la vida dentro de ti. Ya tu bebé mide 20 milímetros y pesa alrededor de 2 gramos.
EL BEBÉ
A pesar de ser demasiado pequeño, en esta semana comienzan a alargarse sus manos, sus deditos y sus piernas. Además aparecen los pies, también con sus diminutos deditos.
Imagina a tu bebé, del tamaño de una uva, que ya tiene deditos y en ellos, aunque minúsculas, las huellas digitales que han comenzado a aparecer. Su rostro cada vez va puliéndose más y más, sus ojos ya están más frontales, sus párpados se unen y permanecerán así hasta más o menos la semana 26.
Sus huesos empiezan a desarrollarse formando inicialmente los centros de osificación. El esqueleto del bebé se calcificará y endurecerá gradualmente y continuará creciendo hasta la adolescencia. Tu bebé continúa con sus movimientos, aunque éstos siguen siendo involuntarios e imperceptibles por ti, pero si te hicieran una ecografía en este momento, sí podrías verlos con claridad. A este punto comienza a aparecer, más pronunciada, la estructura de la naricita del bebé, sus orejitas y el oído interno estarán formados al final de esta semana y su corazón, por su parte, sigue su desarrollo.
Los órganos principales del sistema digestivo del bebé ya se han empezado a desarrollar, se forma el ano y los intestinos se están alargando, aunque todavía no pueden llevar a cabo ninguna función digestiva.
Puedes cerrar tus ojos y recorrer con tu mente todo este desarrollo. Ya sé que tienes muchas ganas de saber qué sexo tiene tu bebé y aunque en esta semana sus órganos sexuales se están desarrollando, todavía no podrás saber qué será, puesto que los genitales son exactamente iguales en niños y niñas… ¡Por ahora sigue fantaseando qué será!
Debes saber que la formación de los órganos y el sistema en general ya está formado, ahora sigue el proceso de maduración de estos para que puedan funcionar por sí mismos una vez que nazca.
Como lo hemos vivido hasta ahora, cada día, cada semana, significa mucho para el desarrollo de tu bebé. Es sorprendente ver los avances de una semana a otra. Conecta con esto para llenar de sentido cada una de las situaciones que puedas estar viviendo.
A pesar de ser demasiado pequeño, en esta semana comienzan a alargarse sus manos, sus deditos y sus piernas. Además aparecen los pies, también con sus diminutos deditos.
Imagina a tu bebé, del tamaño de una uva, que ya tiene deditos y en ellos, aunque minúsculas, las huellas digitales que han comenzado a aparecer. Su rostro cada vez va puliéndose más y más, sus ojos ya están más frontales, sus párpados se unen y permanecerán así hasta más o menos la semana 26.
Sus huesos empiezan a desarrollarse formando inicialmente los centros de osificación. El esqueleto del bebé se calcificará y endurecerá gradualmente y continuará creciendo hasta la adolescencia. Tu bebé continúa con sus movimientos, aunque éstos siguen siendo involuntarios e imperceptibles por ti, pero si te hicieran una ecografía en este momento, sí podrías verlos con claridad. A este punto comienza a aparecer, más pronunciada, la estructura de la naricita del bebé, sus orejitas y el oído interno estarán formados al final de esta semana y su corazón, por su parte, sigue su desarrollo.
Los órganos principales del sistema digestivo del bebé ya se han empezado a desarrollar, se forma el ano y los intestinos se están alargando, aunque todavía no pueden llevar a cabo ninguna función digestiva.
Puedes cerrar tus ojos y recorrer con tu mente todo este desarrollo. Ya sé que tienes muchas ganas de saber qué sexo tiene tu bebé y aunque en esta semana sus órganos sexuales se están desarrollando, todavía no podrás saber qué será, puesto que los genitales son exactamente iguales en niños y niñas… ¡Por ahora sigue fantaseando qué será!
Debes saber que la formación de los órganos y el sistema en general ya está formado, ahora sigue el proceso de maduración de estos para que puedan funcionar por sí mismos una vez que nazca.
Como lo hemos vivido hasta ahora, cada día, cada semana, significa mucho para el desarrollo de tu bebé. Es sorprendente ver los avances de una semana a otra. Conecta con esto para llenar de sentido cada una de las situaciones que puedas estar viviendo.
En esta semana los genitales son exactamente iguales en niños y niñas…
¡Por ahora que la familia siga fantaseando qué será!
¡Por ahora que la familia siga fantaseando qué será!
LA MAMÁ
¿Te estás viendo pancita? Podría ser que ya comiences a verte un abultadito en la parte baja de tu vientre y que quizá las náuseas y demás síntomas estén en su cúspide.
Además puedes estar sintiendo ardor en la boca del estómago, gastritis, necesidad de ir al baño continuamente, mucho cansancio, apetito (por aumento o disminución), desagrado con algunos aromas y alimentos. En mi caso, los problemas gástricos estuvieron de primero y el abultadito que tenía muuuy grande resultó no ser mi bebé, sino mi colón, que también quería nacer (le pusimos nombre y todo).
Las emociones siguen en altibajos. Este es un período en el que vas comprendiendo apenas los cambios que implica la gestación y la maternidad que se aproxima. Quizá hayas sentido cambios de perspectiva o actitud hacia tu trabajo o algunas actividades que antes hacías sin percibir la energía que te requerían.
También tu relación puede estar teniendo impacto, si estaban o no preparados para esta gestación. La comunicación, las expectativas y el mismo cansancio pueden hacer que tu deseo sexual también disminuya o que incluso sea a tu pareja, que por miedo a lastimarte o lastimar al bebé, tenga una disminución en su deseo.
Frente a los “antojos” me parece valioso señalar que no creo que deseemos ciertas cosas por antojadas, lo que sí pasa es que al estar en gestación pareciera que nos conectamos más con la sabiduría de nuestro cuerpo y escuchamos más atentas sus necesidades. Pero para no dañarte la magia de los antojos, que a la vez es una excusa para sentirnos consentidas, siente tu cuerpo, escúchalo ¡Y pide lo que deseas!. Te lo puedes dar tú misma o recibirlo de quien esté a tu lado.
En este período (esta semana y trimestre) pueden aparecer dolores de cabeza, sobre todo si tienes una labor que te exija estar frente de la pantalla continuamente, además de esto pueden aparecer mareos que se dan porque tu cuerpo está siendo más exigido, y la presión arterial puede aumentarse por todo el bombeo que debe hacer de la circulación para satisfacer las necesidades del bebé.
Esto se lo digo a las mamás y te lo quiero compartir a ti (ojalá lo comiences a practicar), tu salud es prioridad, si tú estás bien, tu bebé estará bien, ojo, esto aplica a todo nivel. Dentro de los cuidados están la alimentación, la actividad física, el descanso y el cuidado emocional.
Además puedes estar sintiendo ardor en la boca del estómago, gastritis, necesidad de ir al baño continuamente, mucho cansancio, apetito (por aumento o disminución), desagrado con algunos aromas y alimentos. En mi caso, los problemas gástricos estuvieron de primero y el abultadito que tenía muuuy grande resultó no ser mi bebé, sino mi colón, que también quería nacer (le pusimos nombre y todo).
Las emociones siguen en altibajos. Este es un período en el que vas comprendiendo apenas los cambios que implica la gestación y la maternidad que se aproxima. Quizá hayas sentido cambios de perspectiva o actitud hacia tu trabajo o algunas actividades que antes hacías sin percibir la energía que te requerían.
También tu relación puede estar teniendo impacto, si estaban o no preparados para esta gestación. La comunicación, las expectativas y el mismo cansancio pueden hacer que tu deseo sexual también disminuya o que incluso sea a tu pareja, que por miedo a lastimarte o lastimar al bebé, tenga una disminución en su deseo.
Frente a los “antojos” me parece valioso señalar que no creo que deseemos ciertas cosas por antojadas, lo que sí pasa es que al estar en gestación pareciera que nos conectamos más con la sabiduría de nuestro cuerpo y escuchamos más atentas sus necesidades. Pero para no dañarte la magia de los antojos, que a la vez es una excusa para sentirnos consentidas, siente tu cuerpo, escúchalo ¡Y pide lo que deseas!. Te lo puedes dar tú misma o recibirlo de quien esté a tu lado.
En este período (esta semana y trimestre) pueden aparecer dolores de cabeza, sobre todo si tienes una labor que te exija estar frente de la pantalla continuamente, además de esto pueden aparecer mareos que se dan porque tu cuerpo está siendo más exigido, y la presión arterial puede aumentarse por todo el bombeo que debe hacer de la circulación para satisfacer las necesidades del bebé.
Esto se lo digo a las mamás y te lo quiero compartir a ti (ojalá lo comiences a practicar), tu salud es prioridad, si tú estás bien, tu bebé estará bien, ojo, esto aplica a todo nivel. Dentro de los cuidados están la alimentación, la actividad física, el descanso y el cuidado emocional.
COMO OBSTETRA TE RECOMIENDO
Continuando con los ítems mencionados para tus cuidados. Comenzaré con la alimentación, ésta te puede ayudar a disminuir las náuseas, a sentirte más vital y a bajar la acidez.
Para evitar infecciones también será importante que consumas alimentos bien lavados, nada de carnes crudas y por el contrario los alimentos bien cocinados. Aumenta en tu alimentación fuentes de hidratación, además de frutas y verduras, también disminuir los azúcares, los alimentos procesados, las grasas saturadas y trans, así como el consumo de sal.
Eliminar tabaco, alcohol y otras sustancias es primordial si es que aún no lo has hecho, esto puede pasar a través de la barrera placentaria afectando a tu bebé y su desarrollo tanto físico como emocional. Dentro de los controles a incluir en tu agenda, además del obstetra o el profesional que esté a cargo de tu seguimiento, está el odontólogo. Si tienes alguna caries, inflamación o sangrado podría ser una puerta de entrada de infecciones que pueden aumentar el riesgo de pérdida del embarazo, por lo que es recomendable que le visites y así estés un poco más tranquila.
Otro de los aspectos a tener en cuenta para tu cuidado es la actividad física, en éste lo que te sugiero es seguir con tu actividad física si venías haciéndola, si no hacías ejercicio antes, podrías comenzar con caminatas o movimientos que no impliquen saltos o fuerzas bruscas. Si no sientes disposición o te sientes excesivamente cansada, descansa, no necesitas excederte por cumplir con un “deberías”. Una recomendación pequeña es que, si no haces mayor actividad física en el día, por lo menos procures hacer pausas activas, realizar estiramientos levantándote de la silla, con esto vas a favorecer tu circulación evitando que se hinchen los tobillos y los pies.
Y aquí viene mi siguiente punto, estar en gestación no significa que estés enferma, pero sí es una realidad que, entre las náuseas, eventuales mareos, agotamiento, los ritmos cambian, la disposición a algunas actividades varía, así que siento la necesidad de decirte esto, y voy a subrayarlo: ¡Tienes derecho a estar cansada, por lo tanto, tienes derecho y deber de descansar y cuidarte!. Esto no sólo te permitirá sentirte descansada físicamente, sino también más dispuesta emocionalmente para afrontar las situaciones que se vayan presentando.
Para evitar infecciones también será importante que consumas alimentos bien lavados, nada de carnes crudas y por el contrario los alimentos bien cocinados. Aumenta en tu alimentación fuentes de hidratación, además de frutas y verduras, también disminuir los azúcares, los alimentos procesados, las grasas saturadas y trans, así como el consumo de sal.
Eliminar tabaco, alcohol y otras sustancias es primordial si es que aún no lo has hecho, esto puede pasar a través de la barrera placentaria afectando a tu bebé y su desarrollo tanto físico como emocional. Dentro de los controles a incluir en tu agenda, además del obstetra o el profesional que esté a cargo de tu seguimiento, está el odontólogo. Si tienes alguna caries, inflamación o sangrado podría ser una puerta de entrada de infecciones que pueden aumentar el riesgo de pérdida del embarazo, por lo que es recomendable que le visites y así estés un poco más tranquila.
Otro de los aspectos a tener en cuenta para tu cuidado es la actividad física, en éste lo que te sugiero es seguir con tu actividad física si venías haciéndola, si no hacías ejercicio antes, podrías comenzar con caminatas o movimientos que no impliquen saltos o fuerzas bruscas. Si no sientes disposición o te sientes excesivamente cansada, descansa, no necesitas excederte por cumplir con un “deberías”. Una recomendación pequeña es que, si no haces mayor actividad física en el día, por lo menos procures hacer pausas activas, realizar estiramientos levantándote de la silla, con esto vas a favorecer tu circulación evitando que se hinchen los tobillos y los pies.
Y aquí viene mi siguiente punto, estar en gestación no significa que estés enferma, pero sí es una realidad que, entre las náuseas, eventuales mareos, agotamiento, los ritmos cambian, la disposición a algunas actividades varía, así que siento la necesidad de decirte esto, y voy a subrayarlo: ¡Tienes derecho a estar cansada, por lo tanto, tienes derecho y deber de descansar y cuidarte!. Esto no sólo te permitirá sentirte descansada físicamente, sino también más dispuesta emocionalmente para afrontar las situaciones que se vayan presentando.
COMO DOULA TE INVITO
Cuando estamos en gestación sentimos una presión externa de confirmar que no estamos enfermas, que igual podemos seguir respondiendo por todo, y esto nos implica asumir un ritmo que puede ser excesivo para lo que nuestro cuerpo, en este nuevo momento, estará preparado.
Durante este período de gestación también nos ponemos un poco consentidas, esperamos que nos llenen de cuidados y amor, sin embargo, debo proponerte que seas la primera en cuidarte y tratarte compasivamente. Si todos a tu alrededor te ven funcionando igual, van a leer que te sientes igual de vital que antes y en esa medida te van a exigir igual, así que en lugar de sumar al enredo emocional de esperar que otros te propongan el descanso, un cambio de horario o disminución en las tareas, se responsable contigo e identifica cuál es tu nuevo límite, comunícalo, respétalo y hazlo respetar, y empodérate, que desde el comienzo tú bebé va comprendiendo la vida a través tuyo.
Como aún no sabes qué sexo tendrá tu bebé, pero la ilusión de la vida que habita esta familia se hace quizá más grande y las ganas de tener muchas cosas ya claras, te tengo una invitación. Te invito a hacerte una confesión sobre el sexo que deseas, una vez lo veas, lo comprendas y aceptes, será momento de contemplar los aspectos positivos que tendría el otro sexo. Esto te ayudará a equilibrar tu deseo y dar cabida a las dos posibilidades.
Inicia ejercicios de respiración para expandir tus pulmones, con los cuales podrás afrontar de mejor manera la exigencia que tiene tu corazón para bombear sangre hacia tu bebé, y en general, para enfrentar las emociones que podrían seguir en montaña rusa.
Nos vemos en tu próxima semana para seguir acompañándote en esta experiencia.
Durante este período de gestación también nos ponemos un poco consentidas, esperamos que nos llenen de cuidados y amor, sin embargo, debo proponerte que seas la primera en cuidarte y tratarte compasivamente. Si todos a tu alrededor te ven funcionando igual, van a leer que te sientes igual de vital que antes y en esa medida te van a exigir igual, así que en lugar de sumar al enredo emocional de esperar que otros te propongan el descanso, un cambio de horario o disminución en las tareas, se responsable contigo e identifica cuál es tu nuevo límite, comunícalo, respétalo y hazlo respetar, y empodérate, que desde el comienzo tú bebé va comprendiendo la vida a través tuyo.
Como aún no sabes qué sexo tendrá tu bebé, pero la ilusión de la vida que habita esta familia se hace quizá más grande y las ganas de tener muchas cosas ya claras, te tengo una invitación. Te invito a hacerte una confesión sobre el sexo que deseas, una vez lo veas, lo comprendas y aceptes, será momento de contemplar los aspectos positivos que tendría el otro sexo. Esto te ayudará a equilibrar tu deseo y dar cabida a las dos posibilidades.
Inicia ejercicios de respiración para expandir tus pulmones, con los cuales podrás afrontar de mejor manera la exigencia que tiene tu corazón para bombear sangre hacia tu bebé, y en general, para enfrentar las emociones que podrían seguir en montaña rusa.
Nos vemos en tu próxima semana para seguir acompañándote en esta experiencia.
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