Lo que sí se dejará ver serán los síntomas que quizá comiences a sentir con más fuerza.
En el noveno día, después de la fecundación, se empieza a formar la vesícula vitelina, la cual producirá y transportará nutrientes y oxígeno hacia el embrión en sus primeras semanas de vida. La cavidad amniótica (que contiene el líquido amniótico, recubrirá y protegerá al embrión en desarrollo) y la placenta también empezarán a ser desarrolladas por otro grupo de células. Entre los días 11 y 12 después de la fecundación se establece la circulación útero-placentaria.
LA MAMÁ
Desde la semana 3 hemos venido mencionando algunos síntomas que podrías estar sintiendo y que ésta semana podrías sentir con más protagonismo. Náuseas matutinas, cansancio, fatiga, sensibilidad o aumento de tamaño en los senos, olfato sensible o desagrado por algunos olores y sabores, mayor frecuencia en las ganas de orinar y quizá ya hayas comenzado a sentir altibajos emocionales, los cuales son consecuencia de los cambios hormonales, además del proceso de asimilación que implica la noticia de un bebé en casa.
Podrías presentar un sangrado escaso denominado “sangrado de implantación” (algunas mujeres lo pueden confundir con la menstruación si aún no saben que están en gestación), que ocurre por la implantación del embrión en la cavidad endometrial. Es normal y no es signo de alarma siempre y cuando sea un sangrado leve; en caso de ser más abundante sí deberás consultar con tu médico o por el área de urgencias de tu centro de atención cercano.
COMO OBSTETRA TE RECOMIENDO
Como te lo mencionamos en el artículo de la semana 3, es importante que, si fumas, tomas bebidas alcohólicas o drogas, inicies la búsqueda de otros alimentos o hábitos que les permitan un mayor bienestar a ti y a tu bebé, puesto que éstas sustancias tienen un alto impacto en la vida de los dos.
Sé que pedirte que dejes el café puede ser difícil, por eso te sugerimos reducirlo en lo posible a 1 o 2 tazas por día, no más, aunque sea delicioso y parezca inofensivo, también tiene impactos sobre tu bebé dentro de tu útero y a largo plazo.
A partir de este momento se hace necesario iniciar el control con tu médico para hacerte los exámenes que correspondan a tu estado de salud y te proponga los medicamentos y/o suplementos que sean necesarios para tu bienestar.