Oct 7 • Antü

La Sexualidad durante la gestación y el postparto: cómo mantener la conexión en pareja

La llegada de un bebé transforma profundamente la vida de la pareja y la sexualidad es uno de los aspectos que se suele dejar a un lado debido a las nuevas dinámicas. Convertirse en mamá o papá implica atravesar cambios y emociones que, a menudo, afectan la intimidad, por lo que mantener la conexión durante estos momentos es esencial.
La Dra. Carolina González, sexóloga y docente en nuestro Diplomado de Consultoría Perinatal y Acompañamiento como Doula, nos invita a explorar cómo cuidar y fortalecer esa conexión, mientras se navega por las diferentes transformaciones que implica esta nueva etapa.

Cambios en la sexualidad durante la gestación


El cuerpo de una mujer embarazada atraviesa múltiples cambios que pueden influir en el deseo sexual. Cada mujer experimenta su gestación de forma única, enfrentando sensaciones y emociones que pueden impactar todas las dimensiones de su vida, incluida la intimidad.

En el primer trimestre, el cansancio, las náuseas y otros malestares comunes pueden hacer que la sexualidad pase a segundo plano. Sin embargo, algunas mujeres encuentran que en el segundo trimestre su energía y deseo sexual regresan, permitiéndoles conectarse con su cuerpo. En el tercer trimestre, el aumento del tamaño del bebé y las molestias físicas pueden reducir nuevamente el deseo sexual de mamá.

No obstante, es importante recordar que no hay una regla fija; cada mujer y cada pareja experimenta esta etapa de forma diferente, así que lo más importante siempre es mantener una comunicación abierta y sincera. Hablar con la pareja sobre lo que se siente física y emocionalmente permite mantener una conexión cercana y amorosa, comprendiendo también que la intimidad no se limita solo a lo sexual; los abrazos, las caricias y la cercanía emocional también son fundamentales para fortalecer el vínculo.
La dimensión emocional

La Dra. Caro subraya que el embarazo y el postparto traen cambios no solo físicos, sino también emocionales. Las fluctuaciones hormonales pueden hacer que la mujer se sienta más sensible o ansiosa, lo que puede influir en su deseo de intimidad. Aquí es donde la intimidad emocional cobra especial relevancia, ya que es igual de importante que la física.

Compartir pensamientos, temores y expectativas con la pareja fortalece el vínculo emocional, ayudando a sobrellevar los cambios en la vida sexual. Este es un buen momento para explorar nuevas formas de conexión como los masajes, las caricias o gestos cargados de afecto que refuercen el amor y el apoyo mutuo. 

¿Una cena romántica? ¿Ir al cine juntos? ¿Una escapada de fin de semana? Cualquier excusa es válida para estar juntos y fortalecer el lazo que los une.
El papel de papá o de la pareja

La parentalidad es cosa de dos. Aunque el embarazo y el parto ocurren en el cuerpo de mamá, el rol de la pareja es crucial en cada momento del proceso. Participar activamente desde el inicio, acompañarla a las consultas médicas, brindar apoyo emocional y compartir la crianza fortalece tanto el vínculo con el bebé como la relación de pareja.

Una pareja involucrada desde el principio también cuida su propia salud emocional, creando una dinámica de apoyo mutuo que beneficia a toda la familia. Este tipo de implicación rompe con estereotipos que dejaban al padre al margen en los primeros meses, promoviendo una paternidad compartida y reforzando la unión familiar.

La sexualidad en el postparto


Después del nacimiento del bebé, es común que la vida sexual tome una pausa. El cuerpo de la mujer necesita tiempo para recuperarse y la fatiga, junto con las nuevas responsabilidades, puede disminuir el deseo. Además, la sequedad vaginal, especialmente durante la lactancia, puede causar incomodidad. Todo esto es natural y no hay que presionar(se) para retomar la sexualidad de inmediato.

¡La clave sigue siendo la comunicación!
Hablar sobre cómo se siente cada uno y explorar otras formas de mantener la intimidad puede ayudar a conservar la conexión, mientras cuerpo y mente se ajustan a las nuevas dinámicas.

Si la mujer experimenta molestias físicas, como dolor o debilidad en el suelo pélvico, es importante consultar con un médico o fisioterapeuta especializado. Existen soluciones para generar bienestar y enriquecer la intimidad.

Un enfoque integral

Mantener una conexión saludable en pareja durante la gestación y el postparto requiere un enfoque integral que abarque los aspectos físicos, emocionales y psicológicos de ambos. Cada pareja es única y lo que funciona para algunos podría no ser de utilidad para otros. Lo esencial es escuchar las señales del cuerpo, respetar las emociones y estar dispuestos a adaptarse a cada etapa. ¿Cómo? ¡Conversando!

Sin embargo, si en algún momento sienten que la relación está atravesando muchos cambios al tiempo o que necesitan apoyo adicional, buscar ayuda profesional puede ser de gran utilidad. Profesionales como psicólogos, terapeutas de pareja o Doulas están disponibles y preparados para guiar a las parejas a través de estas transiciones.

El embarazo y el postparto son etapas de transformación profunda para ambos miembros de la pareja. La paciencia, comunicación y apoyo mutuo son claves para superar los desafíos y fortalecer la relación. La intimidad no es solo física, sino también una construcción emocional y afectiva que puede desarrollarse de múltiples maneras.

Navegar juntos por esta etapa puede ser una oportunidad maravillosa para crecer y construir una relación más fuerte, basada en el amor, la empatía y la comprensión.
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